jueves, 4 de septiembre de 2008


Hacía tiempo que no veía una película carcelaria, temática que siempre ha dado muchas y buenas películas, en todas sus variables. Big Stan es una comedia que se centra en los típicos chistes de prisión (bueno, afortunadamente, no recurre al jabón caído en las duchas) pero con un puntito políticamente incorrecto que hace que la película resulte simpática. Es humor escatológico en estado puro, pero ideal para reuniones de amigos y tardes gamberras. Por si fuera poco, se apunta a la moda de incluir las artes marciales en el argumento, a través del personaje más atractivo "El Maestro" interpretado por el incombustible David Carradine.
Seguro que Rob Schneider no defraudará a sus fans en un papel que él mismo se ha hecho a su medida y con unos secundarios creados para buscar la carcajada.

Algo pasa en Las Vegas


What Happens In Vegas
Tom Vaughan - 2008
Cameron Díaz (tal vez ella digan Ashton Kutcher). Esa podría ser la crítica completa a esta película. Porque no hay nada más. Por si eso fuera poco, en otro momento es posible que hubiera sido suficiente, pero después de haberla visto muchas otras veces en el mismo papel hace falta algo más que verla caerse de una barra en una fiesta salvaje para hacer reír al público. Si ya el título en castellano denota poca imaginación (es como poner "del segundo ayudante de maquillaje de Algo pasa con Mary" y quedarse tan ancho) el resto del film no demuestra más innovaciones. Todo el reparto pone el piloto automático y se deja ir en chistes ya conocidos sobre el matrimonio. Por si eso fuera poco, hay un tufillo machista escondido en cada escena que tampoco creo que la haga muy atractiva al público femenino. En fin, hora y media de nada, ni bueno, ni malo, sólo nada.
Comentario a parte merece Cameron Díaz, una actriz simpática donde las haya. Si no quiere correr suerte similar a la anterior "novia de américa" la señorita Meg Ryan y acabar cayendo en las redes del botox o en el olvido (si no en los dos) debería salir de este tipo de papeles, porque le empieza a costar parecer una muchachita de veintimuchos. Aún le queda demostrarnos que puede dar otro registro y convencernos de que su carrera no está al borde del precipicio.

El Rey Escorpión 2


The Scorpion King: Rise of the Akkadian (The Scorpion King 2)
Russell Mulcahy - 2008

Cine de Barrio y programa doble
Se nota que arrecia el calor y que apetecen películas que no derritan el cerebro. Desde luego ésta no lo hace, pero igual se pasa de plana. A esta precuela de El Rey Escorpión le falta épica y le sobran clichés. Asumiendo la premisa de que cada film tiene un espectador y que posiblemente yo ya no sea público para estas peripecias, noto una falta de épica, de la épica que Mulcahy supo llenar Los Inmortales, por ejemplo. Desde el protagonista, que no consigue conectar con el espectador, hasta el malo que parece el primo cabreado de Bruce Willis, ninguno de ellos me queda en la memoria horas después de haberla visto. Sin embargo, dos personajes que podían haber dado mucho más de sí como la chica, algo masculina pero con una concepción de heroína interesante (pese al convencional epílogo) y el chino, un personaje simpático y con habilidades que debieron ser más explotadas, se quedan capados en su posible aportación a la heróica del filme.
Creo que nos encontramos ante una intrascendente película de serie B, con un presupuesto mayor de lo habitual para un film destinado a estantería de Videoclub y unos efectos flojitos, que puede entretener a los más pequeños si no son muy exigentes.

viernes, 8 de agosto de 2008

Quinceañera


Quinceañera - 2006
Wash Westmoreland, Richard Glatzer


Quinceañera es un film que se hace simpático. Nos presenta vidas cotidianas, con problemas que reconocemos, situaciones y conversaciones de todos los días, propiciados por los conflictos de la adolescencia. La película funciona espléndida como retrato de una sociedad integrada y segregada a partes iguales en un país que les es tan ajeno como propio. Casi documental en la descripción de la tradición que origina el film, despertará sonrisas en todo aquel que haya pasado por ese trance y curiosidad en aquellos que no tengan esa costumbre. Pero por debajo de todo ello, donde la película adquiere su máximo interés es en la narración de cómo una cultura se va impregnando de otra, en la naturalidad en la que se mezclan estilos de vida e idiomas, en la sutileza en la que se rechazan individuos y comportamientos y en la descripción de la cultura resultante, tan híbrida, tan curiosa. Los protagonistas, mexicanos de origen, conservan su fervor religioso, pero el papá de la niña es pastor protestante, ya no católico; sin embargo siguen los altares, perdura el machismo y la homofobia. Las madres mezclan arbitrariamente inglés y español, imagen de mujer moderna en una realidad volcada a sus esposos; es en el retrato de esta nueva identidad cultural donde la película triunfa.

Otis


Otis - 2008
Tony Krantz

Película inclasificable (bueno tampoco tanto... pero rarita si que es). En sus primeros minutos parece que nos encontramos ante una película de psicópatas más, pero conforme avanza nos va dejando pistas de que nada es tan serio como parecía, hasta devenir en una parodia del género y terminar volcada en la comedia, tipo "Mi madre es una asesina".
Luego ya es una cuestión de gustos: el gordito está gracioso, los policías ineptos tienen su puntito, la familia modelo es fundamental en dar sentido a la trama. El conjunto gustará a unos y espantará a otros, pues no estamos ante una película demasiado convencional. Si aún no la has visto, te recomiendo que la veas con una media sonrisa y no te la tomes muy en serio; creo que así la disfrutarás más.

Cosas que perdimos en el fuego


Cosas que perdimos en el fuego Things We Lost in the Fire -2007 Susanne Bier

Sólido drama
La primera incursión de la danesa Susanne Bier en el cine de Hollywood es un film complejo y de múltiples aristas, todas las que proporciona la excelente caracterización de sus personajes. De hecho, el argumento en poco se diferencia de los telefilms de sobremesa que sirven para gastar las pilas de nuestros mandos a distancia. Sin embargo, la película triunfa al evitar la lágrima fácil y los personajes simples. Cosas que perdimos en el fuego es la crónica de una reconstrucción, o de muchas reconstrucciones personales, moviéndose en el filo de la página que cada uno de ellos intenta pasar. Halle Berry demuestra que es capaz de moverse con solvencia en papeles dramáticos, sin necesidad de dulcificarlos en un afán por caer bien al espectador; su personaje es el más complejo de todos moviéndose cargado de sentimientos enfrentados. A su lado el espléndido Benicio del Toro, uno de los actores más potentes del panorama internacional hoy día, da el do de pecho sobrecogiéndonos en no pocos momentos.
Película recomendable, pues, a todos los degustadores de análisis serios de la naturaleza humana.

miércoles, 30 de julio de 2008

Sin Miedo


Fearless - 2006
Ronny Yu

Me he decidido a repasar esta cinta de Jet Li alarmado por mi propia afirmación de que el susodicho hacía películas más adultas y ajenas al género. Bueno... pues Fearless intenta ser algo más adulta que las películas de Jackie Chan, pero eso no la convierte en mejor... ah! y de ajena al género, nada, más metida que una mosca en la sopa. Con una dosis filosófica muy llana y simple (vamos, que no es Bergman) Ronny Yu nos regala una historia típica: Un individuo obsesionado por ser el mejor en algo vive una experiencia terrible que le hace recapacitar y darse cuenta de que su comportamiento era incorrecto. Este es el argumento "tipo"de cualquier cinta de superación personal (digamos que el argumento B, el A sería tipo con pocas condiciones para algo, gracias a su tesón y sacrificio finalmente consigue alcanzarlo). Lo podemos adaptar a un broker de la bolsa de Nueva York, a un cocinero en los fogones de París o a un luchador en un pueblo perdido de la antigua China. Pues eso, aquí no hay ni cocineros, ni "brokers". Pero el mensaje es el mismo. Luego están los magníficos paisajes, la música fabulosa que completa el incomparable marco, las magníficas luchas coreografiadas hasta el mínimo detalle... es decir, celofán para un producto vacío.
Ah, para mi primo... también hay guantazos a punta de pala, brazos rotos y ese golpe tan gracioso que te mata con la rosca.
La pregunta es... ¿consigue el film el mismo efecto que causó en mi "Los tres mosqueteros" (la versión de 1943 con Gene Kelly) o Gunga Din o Beau Gest... o tantas otras que me hacían saltar del sillón de mi casa cuando tenía once años? Y no hablo de la adrenalina de la violencia, sino de ver como tu piel se pone de gallina ante actos heroicos y principios de honor. Hago un inciso... prefiero no revisar muchas de esas películas, primero porque igual me defraudan y segundo porque igual me defraudo yo al ver como me emocionaba ante ideales más fachas de lo recomendable.