
La primera incursión de la danesa Susanne Bier en el cine de Hollywood es un film complejo y de múltiples aristas, todas las que proporciona la excelente caracterización de sus personajes. De hecho, el argumento en poco se diferencia de los telefilms de sobremesa que sirven para gastar las pilas de nuestros mandos a distancia. Sin embargo, la película triunfa al evitar la lágrima fácil y los personajes simples. Cosas que perdimos en el fuego es la crónica de una reconstrucción, o de muchas reconstrucciones personales, moviéndose en el filo de la página que cada uno de ellos intenta pasar. Halle Berry demuestra que es capaz de moverse con solvencia en papeles dramáticos, sin necesidad de dulcificarlos en un afán por caer bien al espectador; su personaje es el más complejo de todos moviéndose cargado de sentimientos enfrentados. A su lado el espléndido Benicio del Toro, uno de los actores más potentes del panorama internacional hoy día, da el do de pecho sobrecogiéndonos en no pocos momentos.
Película recomendable, pues, a todos los degustadores de análisis serios de la naturaleza humana.
Película recomendable, pues, a todos los degustadores de análisis serios de la naturaleza humana.
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