
Elephant - 2003
Gus Van Sant
Voy a tratar de exponer por qué me parece ésta una excelente película incluso no siendo un gran fan del Sr. Van Sant.
Una tarde de esas que uno tiene boba puse uno de los DVD's que un amigo me había prestado, sin tener ninguna referencia de lo que tenían. Era "Elefant". Al principio, mucha lentitud. Unos minutos para encontrarle la lógica... pasillos recorridos con cámara al hombro, el seguimiento de un muchacho en el instituto, luego el mismo hecho narrado desde la posición de la chica con la que se cruzó en un momento, alguna charla interesante entre los estudiantes, muchas charlas intranscendentes entre los estudiantes, actividades cotidianas, alumnos que entran y salen... e intriga, intriga en mí por saber a donde nos llevaba todo esto. De pronto un hecho me levanta del sofá... ¡eh! espera que aquí sucede algo muy grave. Pero aún no se desarrolla, vuelve atrás y empiezo a apreciar como hechos mínimos llevan a unos estudiantes a estar en lugares tranquilos y a otros los van a situar en el centro del drama. Vuelvo a ver monotonía y normalidad, pero yo ya no estoy normal, me siento agitado. Espera esto es Columbine, del que he oido hablar por las noticias y, claro, por el documental de Moore. Pero ahora me siento allí. Se me olvida que he estado pensando en como el director haría para que no se vieran las cámaras al cruzarse, si las escenas están grabadas desde dos puntos enfrentados, y el ejercicio de estilo se convierte en una espeluznante realidad. Experimento como debió ser ese día para mucha gente, un dia tan anodino y normal que jamás hubieran recordado y como ese día cambió. Apuro con inquietud los últimos minutos del film y al acabar respiro estremecido.
Por eso la película me parece excelente, no un documental sobre pasillos, ni un mirarse al ombligo pedante del Sr. Van Sant.
Tal vez, si hubiera empezado a ver la peli con la idea de que se trataba de contarme los hechos del instituto de Columbine, mi impresión sería otra. Pero no lo creo. Hay muchas formas de contar historias. Estamos acostumbrados a que esta se inicie describiéndonos a los asesinos, nos cuenten los preparativos y especulen sobre sus motivaciones. Luego elijan alguna víctima y le den humanidad para que sintamos más la tragedia. Y por último, nos cuenten los hechos, con muchos planos y mucho ruido. Que todo sea confuso, pero con mucha acción. Bueno, pues me gusta que se elija otra forma de contarlo y, mucho más, si esa forma me aproxima a la historia y me conmueve.
Una tarde de esas que uno tiene boba puse uno de los DVD's que un amigo me había prestado, sin tener ninguna referencia de lo que tenían. Era "Elefant". Al principio, mucha lentitud. Unos minutos para encontrarle la lógica... pasillos recorridos con cámara al hombro, el seguimiento de un muchacho en el instituto, luego el mismo hecho narrado desde la posición de la chica con la que se cruzó en un momento, alguna charla interesante entre los estudiantes, muchas charlas intranscendentes entre los estudiantes, actividades cotidianas, alumnos que entran y salen... e intriga, intriga en mí por saber a donde nos llevaba todo esto. De pronto un hecho me levanta del sofá... ¡eh! espera que aquí sucede algo muy grave. Pero aún no se desarrolla, vuelve atrás y empiezo a apreciar como hechos mínimos llevan a unos estudiantes a estar en lugares tranquilos y a otros los van a situar en el centro del drama. Vuelvo a ver monotonía y normalidad, pero yo ya no estoy normal, me siento agitado. Espera esto es Columbine, del que he oido hablar por las noticias y, claro, por el documental de Moore. Pero ahora me siento allí. Se me olvida que he estado pensando en como el director haría para que no se vieran las cámaras al cruzarse, si las escenas están grabadas desde dos puntos enfrentados, y el ejercicio de estilo se convierte en una espeluznante realidad. Experimento como debió ser ese día para mucha gente, un dia tan anodino y normal que jamás hubieran recordado y como ese día cambió. Apuro con inquietud los últimos minutos del film y al acabar respiro estremecido.
Por eso la película me parece excelente, no un documental sobre pasillos, ni un mirarse al ombligo pedante del Sr. Van Sant.
Tal vez, si hubiera empezado a ver la peli con la idea de que se trataba de contarme los hechos del instituto de Columbine, mi impresión sería otra. Pero no lo creo. Hay muchas formas de contar historias. Estamos acostumbrados a que esta se inicie describiéndonos a los asesinos, nos cuenten los preparativos y especulen sobre sus motivaciones. Luego elijan alguna víctima y le den humanidad para que sintamos más la tragedia. Y por último, nos cuenten los hechos, con muchos planos y mucho ruido. Que todo sea confuso, pero con mucha acción. Bueno, pues me gusta que se elija otra forma de contarlo y, mucho más, si esa forma me aproxima a la historia y me conmueve.
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